Como joven emprendedor de veintitantos años, viviendo en Barcelona, ​​España, una metrópoli que ya tenía cerca de cinco millones de habitantes. Mi primer negocio fue vender soluciones basadas en PC a clientes de PYMES, algo así como lo que hoy sería un cruce entre un reseller de tecnología y un MSP (Proveedor de Servicios Gestionados).

No muchas compañías contaban con personas que pudieran entender las redes y las PC en ese momento y todos los proyectos de los clientes necesitaban apoyo frecuentemente. El mayor factor limitante siempre fue el tráfico para ir del punto A al punto B para ayudar a los clientes. En ocasiones se trataba simplemente de reiniciar el equipo o cambiar algunos caracteres en un archivo de configuración. La intervención en sí tomaría 10 minutos, pero llegar al cliente y regresar podría significar de 2 a 3 horas en medio de una contaminación intensa, lenta y de inhalación de contaminantes producto del tráfico.

Esto fue antes de que los teléfonos celulares estuvieran en uso. Los módems de acceso telefónico recién empezaban a ser utilizables. 9600 baudios era una buena velocidad de conexión remota promedio para aquel entonces

En cada viaje, mi técnico y copiloto Carlos y yo hablábamos de lo genial que sería si pudiéramos tener un módem en cada cliente y conectarnos con ellos de forma automática 24 veces al día para asegurarnos de que todo estaba bien y, en caso de cualquier problema, poder arreglar las cosas de forma remota. Soñamos con una interfaz de usuario que mostrara a todos nuestros clientes y pudiera proporcionar una conexión segura y confiable para cada cliente en todo momento.

Incluso intentamos construirlo nosotros mismos, pero los módems de acceso telefónico eran en extremo, poco confiables en ese momento y, a menudo, necesitaban asistencia humana en el otro extremo para que todo funcionara. También tenía un costo prohibitivo, por lo que nadie querría pagar por el equipo dedicado y la línea telefónica. Teníamos el sueño pero la tecnología no estaba allí aún.

En un avance rápido, 25 años después: los problemas siguen siendo los mismos, sin embargo, Internet ha hecho que la conectividad sea omnipresente y La Nube, el cifrado y las VPN, hacen posible crear una solución para gestionar a cada cliente, acceder y administrar de forma remota cada dispositivo que tanto e integradores y resellers venden y ofrecen un rápido e impecable servicio hasta el punto de garantizar niveles de servicio y redundancia casi de misión crítica a un costo muy razonable. Mi papel ha cambiado. Ahora dirijo una empresa de distribución que vende a integradores y proveedores de soluciones hosteadas "MSP" como yo, cuando tenía entre veinte y treinta años. Al hablar con nuestros clientes, pude ver que, incluso hoy en día, todavía tenían los mismos problemas y que brindar un servicio rápido y confiable aún era difícil. Un día, pensando en cómo había sido imposible construir mi solución para resellers a mediados de los 80, me percaté que con las herramientas actuales sí era posible construir una gran solución en La Nube.

Mientras revisaba el carril de la memoria y pensaba en mis conversaciones con Carlos, se hizo evidente que todos los obstáculos insuperables que teníamos para entonces, se habían ido y los problemas seguían siendo los mismos. Quedó claro que podía hacer algo para ayudar a nuestros integradores a mejorar su calidad de vida y ofrecer un nuevo y mejor nivel de servicio remoto e incluso mejorar su modelo de negocio para cambiar realmente de un rol centrado en el reseller a un rol de MSP. Ese día decidí que quería hacer realidad nuestro sueño y crear una solución para resellers y aliados tecnológicos. Unos días más tarde, fundamos IPTechView como una empresa independiente para centrarnos en la creación de nuestra nueva solución inteligente y segura de acceso remoto, supervisión y gestión para integradores y MSP.